Un asesor de la Caja Rural del Sur atiende un cliente. Pueden conversar. Se ven, se oyen y pueden compartir documentos y notas. El asesor no está en una sucursal bancaria. El cliente tampoco. Pero están conectados a través de un tótem dotado con la tecnología necesaria para que la relación sea "como si de una visita presencial se tratase, cara a cara y generando registros y evidencias de los acuerdos alcanzados". Caja Rural del Sur, Vodafone y el Gobierno andaluz han presentado una solución tecnológica que facilitará el acceso a los servicios bancarios en aquellas zonas en las que no hay ninguna sucursal. Una situación que afecta a 170 pueblos.