
El mundo de la inversión ofrece múltiples opciones para poner el dinero a trabajar y maximizar los ahorros. Si bien lo más conocido entre los particulares son productos como las acciones o los bonos, existen otros vehículos que pueden ofrecer atractivas rentabilidades y con un bajo riesgo.
Un elemento que no es baladí en un contexto en el que los bajos tipos de interés empujan a los inversores a asumir más riesgo para obtener mayores rendimientos. Una de las alternativas existentes son los derivados, productos con los que no se adquiere un activo en concreto, sino que se invierte en la posibilidad de que un activo al que hace referencia evoluciona al alza o a la baja. Con este vehículo es posible invertir en bolsa, deuda, materias primas o divisas sin tener que comprar estos activos directamente.
Dentro de este universo, destacan los Turbo24, cuyo principal atractivo es que se puede invertir en el mercado durante las 24 horas del día, cinco días a la semana y con el riesgo limitado. Este control sobre el riesgo se consigue gracias al knockout. Como señala Sergio Ávila, senior analyst de IG, "el knockout es un nivel de stop garantizado, es decir, cuando abrimos la posición en un activo subyacente decidimos cual sería el nivel de precios al que si llega la cotización nos saque del mercado y, por lo tanto, la pérdida máxima que estamos dispuestos a asumir la tenemos controlada desde el primer momento". En este sentido, continúa, "cuanto más cercano esté el nivel de knockout del precio de cotización del activo subyacente, menor será el precio del Turbo24, por lo que para la misma exposición en el mercado depositamos menos cantidad de fondos y por lo tanto, obtenemos un apalancamiento mayor. De la misma manera, cuanto más lejos esté el knockout, menor será nuestro apalancamiento".
Por ejemplo, si el activo que se pretende replicar está valorado en 100 euros en el mercado subyacente y se compra un Turbo24 largo (alcista) con un nivel de knockout de 90 euros (debe estar por debajo del precio del activo en turbos largos) el precio del derivado, sin incluir costes y otros ajustes, es de 10 euros, los 100 que vale el activo subyacente menos el knockout y, por tanto, también es lo máximo que se puede perder en la operación.
El valor de limitar el riesgo
A diferencia de otros productos como los CFDs (contratos por diferencias) con los Turbo24 el inversor puede controlar la operativa. "Tenemos el riesgo limitado desde el primer momento que abrimos una posición. Podemos elegir el apalancamiento (algo que no se puede hacer con un CFD) y podemos ver también el libro de órdenes de compra y venta que hay en ese mercado (algo que con el CFD solo se puede hacer si se opera sobre acciones, no sobre índices, divisas o materias primas)", destaca Ávila.
Además, el experto de IG explica que los Turbo24 tienen otra ventaja importantísima. Cuando un inversor establece stops en un CFD, si después de que cierre la sesión la cotización de los futuros en el nocturno hace que se toque dicho stop, se cierra la posición, materializando así la pérdida. Sin embargo, con el Turbo24 el stop (knockout) solo cierra la operativa si la cotización lo alcanza cuando está abierto el mercado de contado. "De esta forma, si durante la noche toca el precio pero luego se gira a nuestro favor y cuando abre el mercado lo hace por encima del nivel donde tenemos el knockout, seguimos dentro, si luego el precio va hacia una dirección favorable seguimos ganando dinero".
A esto se suma que desde hace unos días con IG los inversores pueden establecer un stop adicional al knockout, por lo que se va a convertir en el primer producto MTF (sistema de negociación multilateral) que además de cotizar 24 horas va a tener la posibilidad de añadir un stop de pérdidas. "Esto es algo totalmente innovador para este tipo de productos derivados que cotizan en bolsa", indica Sergio Ávila.
Por otro lado, no se pagan comisiones y no existe el riesgo divisa, ya que se ofertan en euros, por lo que el inversor no tiene que estar pendiente de cubrir divisa para no perder rentabilidad. Se puede replicar desde índices y divisas a materias primas, si bien se espera que pronto también estén disponibles para acciones. Se puede comprar desde un único turbo hasta la cantidad que se quiera o el mercado permita.
En este contexto, Sergio Ávila indica que "es un producto recomendado tanto para particulares formados e informados como para inversores institucionales. De hecho, cada vez son más los inversores que invierten con Turbo24 en IG, ya que es un producto que, además de sus ventajas, genera mucha confianza por la transparencia que tiene con el libro de órdenes visible y que haya un mercado organizado intermediando".
Los turbo warrants son instrumentos financieros complejos y su capital está en riesgo. Puede sufrir pérdidas rápidamente. Todas las operaciones conllevan riesgo.