
Según el último Informe Mundial GEM 2018/19 (Global Entrepreneurship Monitor), la Tasa de Actividad Emprendedora (TEA) española -que mide las iniciativas con menos de 3,5 años de vida en el mercado- continúa en aumento: 6,4%, acercándose así a cifras previas a la crisis económica (7,6% en 2007). Además, desde el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi), se anunciaba recientemente que los trabajadores autónomos con discapacidad igual o superior al 33% aumentaron un 5,44% en 2019, llegando a los 22.694 en total.
La Fundación ONCE, por su parte, señala que más de 52.000 personas con discapacidad son emprendedoras y están más concienciadas a la hora de contratar a otros trabajadores con discapacidad. Parece esencial, por tanto, incentivar el emprendimiento en este colectivo, pues quizás así se pueda revertir el siguiente dato: la tasa de paro para las personas con discapacidad sigue siendo más de 10 puntos superior a la de la población sin discapacidad, tal y como señalaba a finales del año pasado el Instituto Nacional de Estadística.
Las limitaciones o barreras experimentadas por el emprendedor con discapacidad son, según un estudio de la Fundación Konecta, fundamentalmente las mismas que las que puede experimentar un emprendedor sin ella. Y es que las dificultades en relación a su discapacidad se perciben con menor frecuencia (8,8%) que la falta de financiación (38,8%) o experiencia (31,3%), entre otras.
El propio diccionario de la Real Academia Española considera que el hecho de emprender, "acometer y comenzar una obra, un negocio, un empeño", encierra en sí mismo "dificultad o peligro". Bien lo saben todos aquellos que se lanzan a la aventura de sacar adelante sus propios proyectos profesionales, tengan una discapacidad o no. En muchas ocasiones se encuentran perdidos ante las vicisitudes y pueden llegar a echar de menos un consejo, un apoyo; en definitiva, orientación.
De hecho, casi nueve de cada diez trabajadores por cuenta propia afirman que el emprendimiento en España no resulta para nada sencillo. Así se extrae del último Estudio Nacional del Autónomo, realizado por el portal Infoautónomos y la Universidad de Granada. Dicho informe también revela que más del 85% de estos trabajadores afirma no haber encontrado ninguna ayuda por parte de la Administración a la hora de emprender. Además, la falta de información es la causa mayoritaria (en un 39 por ciento de los casos) por la cuál los emprendedores no solicitan subvenciones.
Ante esta situación, ¿quién no querría contar a su lado con un mentor con experiencia que le ayude a sacar adelante su proyecto soñado? Eso es lo que propone Fundación Universia a través de su iniciativa Desafío de Emprendimiento Global, que cuenta con el apoyo de Banco Santander; un desafío que premia una decena de ideas de emprendimiento con una licencia Bridge for Billions, un programa de incubación que ayuda a impulsar proyectos que se encuentran en fase inicial de la mano de un nutrido grupo de mentores durante un periodo de tres meses. Como informa Bridge for Billions en su página web, 900 emprendedores de 60 países ya se han beneficiado de su programa y el 96% considera que esto ha sido clave para su éxito.
"Emplear a personas con discapacidad protege y fomenta su independencia, libertad y dignidad, y enriquece a los equipos en los que se incorporan", explican desde Banco Santander
La iniciativa de Fundación Universia, por su parte, cuenta, además, con el valor de consolidar el principio de igualdad de oportunidades, pues premia exclusivamente proyectos de emprendimiento presentados por personas con discapacidad o pensados para impactar de forma positiva en la vida de estas. Y es que esto responde a los objetivos transversales de la Fundación, que "impulsa la investigación, la educación superior y el empleo de calidad de personas con discapacidad a través de proyectos innovadores basados en soluciones que aporten un valor diferencial a sus grupos de interés", explican. El aprovechamiento de las denominadas TIC (tecnologías de la información y la comunicación) se sitúa también en el centro de la organización sin ánimo de lucro, que cuenta con el mecenazgo de Banco Santander.
"La Fundación Universia es un socio clave que nos ayuda en la integración de personas con discapacidad en el Banco", explica la entidad financiera en su Informe Anual 2019, donde también afirma que dicha integración "es una cuestión de talento, ética y responsabilidad. Emplear a personas con discapacidad protege y fomenta su independencia, libertad y dignidad, y enriquece a los equipos en los que se incorporan. En 2019 nos hemos centrado en aumentar el porcentaje de personas con discapacidad en nuestra plantilla, que alcanza el 1,8% en el Grupo". Cabe destacar también que Santander forma parte de la iniciativa global The Valuable 500, un movimiento para colocar la discapacidad en la agenda del liderazgo empresarial.
Algunos de los proyectos
Entre los proyectos que la iniciativa Desafío Emprendimiento Global ha premiado recientemente se encuentra la startup de origen argentino CaecusLab que, a través uso de aplicaciones móviles, web y tecnologías de soporte, brinda asistencia y detección y evasión de obstáculos en los recorridos diarios que realizan las personas con disminución visual parcial o total. En última instancia, el equipo diverso de CaescusLab (formado por diseñadores, ingenieros, psicólogos y un largo etcétera) comparte "el propósito de contagiar una cultura de accesibilidad para generar una sociedad más inclusiva", tal y como explican en su página web.
En México, las psicólogas Patricia de la Cruz y Ana Laura Camacho también han sido beneficiarias de la ayuda otorgada por Fundación Universia. En esta ocasión, Desafío Emprendimiento Global quiso premiar una iniciativa que pone el foco en los niños y niñas con discapacidad intelectual. Su proyecto, bautizado con el nombre de SOSias, utiliza las actividades de ocio de los más pequeños y las convierte en potentes herramientas de integración. El objetivo es "mejorar la calidad de vida a través de la correcta utilización del tiempo libre, ofreciendo un servicio que vincule a las personas con discapacidad intelectual con los sitios de esparcimiento existentes en su comunidad", explican.
Otros premiados son SeudoDesign, Sistema de Guía y Navegación para Personas con Limitaciones Visuales o DUP.