Desde la niñez nos enseñan la importancia de ahorrar, por si nos surgen imprevistos, queremos comprarnos una casa , o simplemente para llevar una vida más cómoda y despreocupada. A veces ahorrar parece complicado, por el gasto del día a día, los salarios, o las facturas, pero si conseguimos organizarnos lograremos ahorrar y acomodar nuestra economía doméstica. Estos son algunos consejos para ahorrar en la economía familiar:
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gastos de luz, agua, teléfono, coche, etc., y nuestros ingresos. Una vez tengamos hecho ese cálculo sabremos cuánto dinero tenemos y cuánto podemos ahorrar. Los tiempos han cambiado y también los hábitos, por eso es importante fijarnos una meta y tener un motivo para no gastarnos el dinero, ya que en los tiempos que corren ahorrar es complicado.
4.) Buscar cheques descuento . Muchas veces compramos por impulsos. Nos gusta algo, creemos que lo necesitamos y lo compramos sin casi comparar precios o buscar descuentos. Hoy por hoy hay muchas maneras de ahorrar. Desde que en 2012 se liberalizaran por completo los periodos de rebajas, los comercios lanzan descuentos cada dos o tres meses, para promocionar algunos de sus productos, o simplemente para activar las ventas. Podemos buscar esos descuentos a la hora de comprar, y nos ahorraremos un porcentaje del precio final de artículo . También podemos buscar bonos descuento para restaurantes, viajes o incluso para hacer la compra semanal. La mayoría de los comercios se acoge a su derecho de promocionar sus productos para atraer al público. Aprovechemos esa circunstancia y busquemos el mejor precio, podremos llegar a ahorra hasta un 30% del desembolso habitual.
5.) Invertir . Si nos cuesta ahorrar, porque siempre encontramos maneras de gastarlo, podemos invertirlo. Para ello, debemos estar bien asesorados y saber lo que estamos haciendo. Podemos consultar con nuestro banco y comparar las distintas posibilidades. Una buena inversión puede multiplicar nuestros ahorros. Eso sí, hay que hacerlo con cabeza.
6.) Evitar gastos superfluos e innecesarios . No se trata de vivir en la más absoluta austeridad, ni analizar céntimo a céntimo nuestros gastos, pero sí podemos controlar lo que gastamos, y más aún cuando son gastos innecesarios. Por ejemplo: si nos gusta el cine y las series, podemos contratar los servicios de una plataforma de streaming , pero no hace falta asociarnos a todas, no tenemos tiempo real para abarcar todos los contenidos que nos ofrecen y nos ahorraremos un dinero fijo al mes. Esta fórmula la podemos aplicar al resto de nuestros gastos y evitar aquellos que son suprimibles.
Ahorrar es complicado cuando no tenemos un hábito establecido y cuando nuestro día a día está lleno de estímulos para consumir y para que nos gastemos el dinero. Por ello, los buenos hábitos de costumbres y alimenticios, el control de las cuentas y la comparativa de precios son algunas de las claves para sanear nuestra economía familiar y lograr de una vez por todas ahorrar.
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