
La recuperación de los residuos orgánicos ha avanzado en los últimos años de la mano de firmas pioneras e innovadoras como Ingelia, una empresa de base tecnológica con sede en Valencia. Líder mundial en el proceso HTC, este sistema permite recuperar el 95% del carbono de los residuos orgánicos. De esta forma, contribuye a la economía circular con un óptimo balance económico y medioambiental.
¿Qué inversión ha hecho Ingelia para desarrollar su tecnología?
La compañía inició el desarrollo HTC en 2007 y ha invertido en los últimos años un total de 12 millones de euros en tecnología y productos. Ingelia tiene 15 patentes internacionales sobre el proceso y productos HTC y opera una planta industrial desde 2010. Tras una fase de desarrollo tecnológico, Ingelia lanzó al mercado su proceso en 2017 con la instalación de una segunda planta en el Reino Unido y una tercera planta que se encuentra actualmente en construcción en Bélgica. La compañía ha cerrado cinco ampliaciones de capital incorporando a su accionariado a socios de gran relevancia como la británica CPL Industries, primer distribuidor europeo de combustibles sólidos para el sector doméstico, y KIC Innonergy, socio institucional del EIT de la Unión Europea, con sede en los Países Bajos.
Europa lleva muchos años impulsando el reciclaje en hogares y empresas, pero los residuos orgánicos eran los grandes olvidados hasta hace muy poco. ¿Por qué decidieron aportar una solución a este problema?
Los residuos orgánicos representan aproximadamente el 50% del total de residuos generados y su gestión es más complicada debido a su humedad y heterogeneidad. El proceso de Ingelia, simple y muy estable, acelera la formación del carbón en la naturaleza y, actuando a presión y temperaturas moderadas, valoriza el residuo orgánico en tan sólo ocho horas, evitando transportes a vertedero y costes altos de gestión.
¿En qué se diferencia la tecnología de Ingelia de la de otras empresas?
El proceso de Ingelia transforma residuos en productos que están en el mercado. La calidad del producto de las plantas de Ingelia (hydrochar y agua fertilizante) es muy alta. El proceso es rápido, no genera olores y tiene un óptimo balance energético. Por otro lado, Ingelia incorpora en sus plantas equipamiento para adecuar las calidades del producto al sector al que se dirige.
¿Qué características tiene el producto resultante y a qué perfil de cliente va dirigido?
El principal producto es un material sólido a base de carbono que puede ser utilizado para el sector energético como sustituto de combustibles fósiles o para la fabricación de green building blocks para la industria química y la industria del acero.
¿Cómo clasifican los residuos que llegan a sus plantas para desechar los impropios que se puedan colar entre ellos?
El único requerimiento para el proceso de Ingelia es que el residuo esté triturado a un tamaño máximo de ocho a diez centímetros. Los impropios se separan de forma muy efectiva, utilizando equipos de separación a base de lavados de producto, aprovechando que el proceso tiene lugar en medio líquido.
¿Qué ocurre con los residuos orgánicos que no se recuperan en empresas como Ingelia?
Existen diferentes procesos para el tratamiento de residuos orgánicos, como el compostaje y la digestión anaerobia, con una duración más alta, de alrededor de 30 días y, por tanto, más costosos. Para el compostaje se debe recoger el residuo de forma selectiva, incrementando los costes de la recogida, en otros casos se genera un residuo que habitualmente se lleva al vertedero. El proceso de Ingelia recupera el 98% de los materiales de los residuos incluyendo dos que forman parte de la lista de materiales críticos de la UE (coking coal y fósforo), base de la directiva de economía circular.
También recuperan otros residuos, como los lodos de las depuradoras de agua. ¿Qué ocurre con los que no se recuperan? ¿Cuál es su nivel de implantación entre las empresas que generan residuos y qué tipo de acuerdos alcanzan para ocuparse de ellos?
La legislación europea promueve la recuperación de los materiales de los residuos para utilizarlos en la industria como reemplazo de materiales de origen fósil. Ingelia provee alta tecnología probada a los gestores de residuos para incrementar la sostenibilidad y eficiencia en la gestión de los residuos. Además, ofrecemos la salida al mercado de los productos de las plantas a través de acuerdos comerciales con empresas del sector industrial, interesadas en adquirir biomateriales con huella neutra de carbono.
Las ciudades españolas están implantando por fin la recuperación de residuos orgánicos. ¿Cuáles son sus planes de expansión en nuestro país?
Tenemos varias oportunidades muy interesantes en diferentes regiones españolas. Inicialmente, la gestión de la parte administrativa es más costosa, tenemos algunos proyectos bastante avanzados que esperamos materializar durante el año 2020.
Su tecnología ha sido apoyada por la Unión Europea y en 2017 inició su implantación en otros países. ¿Cuáles son los planes de crecimiento a nivel internacional?
Ingelia tiene tres sellos de excelencia de la CE y el certificado KET (Key enable technology) de la CE que la cataloga como clave en la valorización de residuo orgánico en Europa. Estamos presentes en el Reino Unido y en tres países de la UE (España, Italia y Bélgica) y hemos cerrado acuerdos con empresas multinacionales para expandir el negocio. Tras finalizar el desarrollo tecnológico y la salida al mercado, Ingelia es líder mundial en su sector con una enorme oportunidad de implantación y crecimiento.