Saber entender las necesidades del mercado es un rasgo que define a las mejores startups, y eso fue lo que hizo eCapture 3D cuando, en 2016, dio un giro a su modelo de negocio y optó por democratizar el acceso a su sistema de modelización 3D. Hoy cualquier usuario puede acceder a su herramienta rápida y sencilla para modelar desde un objeto pequeño hasta una gran infraestructura.
¿Cómo surgió la idea de diseñar un sistema de modelización 3D?
La empresa la creó en 2012 un grupo de topógrafos que querían desarrollar en Extremadura una herramienta de modelización 3D para su uso en topografía y arquitectura. El problema era que desarrollar el hardware y el software nos ponía a competir con empresas muy grandes. Y llegamos a comercializarlo en 25 países, pero en 2016, tras una reflexión de los socios y con mi incorporación como CEO, decidimos centrarnos en el corazón del negocio, que era la modelización 3D, y abrirla a que múltiples usuarios, desde cualquier dispositivo que tuviera una cámara de fotos o de vídeo, incluso una endoscópica o laparoscópica, pudieran hacer modelado 3D de una manera fácil, rápida y económica.
¿Cuál es ahora su modelo de negocio?
Entre 2016 y 2017 creamos la plataforma Eyescloud3d.com para que cualquier usuario, sin conocimiento previo, fuera capaz de generar contenido 3D, tomar medidas sobre él, insertar notas, imprimirlo en 3D y compartirlo con todas las personas que quisiera, porque no necesita ningún formato especial para visualizarlo. Detectamos que había un nicho de mercado importante que era la generación de contenido 3D de manera rápida y sencilla para el usuario, porque lo que había en el mercado era complejo y requería dispositivos muy caros.
¿Y ofrecen un resultado similar al de sus competidores?
Nuestra mayor diferencia con la competencia es que nuestra sistema es mucho más fácil de utilizar porque cualquier usuario, ya que no requiere tener conocimiento previo. También es más rápido en los procesos para obtener idénticos e incluso mejores modelos 3d que la competencia. Otras opciones del mercado lo que suelen hacer es unir fotografías y crear una falsa sensación de 3D. En esas fotografías no se puede medir la profundidad. Y si te sitúas en una posición y miras de frente a un objeto, los laterales de esa imagen montada aparecen distorsionados. Nuestro modelo es 3D real, pero sobre todo nuestra diferenciación es que nuestro usuario, a través de nuestra plataforma, sea capaz de hacer fácilmente sus modelos. Con cinco minutos de aprendizaje sobre cómo tomar la foto y cómo tomar un vídeo, puedes generar modelos 3D.
¿Y sin un hardware específico?
Renunciamos al hardware porque entendimos que teníamos que democratizar el uso de la generación de contenido 3D. Y el hardware lleva unos costes aparejados de investigación y desarrollo del producto, incluso de comercialización. Nuestro usuario no tiene que gastarse 5.000 euros en comprar un producto que le haga el modelo 3D. Nuestros competidores venden sobre todo un sistema basado en licencias, mientras que la nuestra es una plataforma de pago por uso, multiplataforma, multidispositivos y multiusuarios, y económicamente accesible.
¿Cuál ha sido el secreto para simplificar el modelado 3D?
El verdadero secreto ha sido descubrir que el usuario quería hacer modelos 3D pero no quería gastar tiempo en aprender cómo hacerlos y sobre todo quería hacerlos con los medios que tenía. Para eso teníamos que pensar no desde la perspectiva del ingeniero sino desde la perspectiva del usuario final. Hemos diferenciado tres tipos: el tradicional que utilizaba el modelaje 3D, que era topografía y arquitectura; el sector profesional que no lo había utilizado pero que estaba interesado, como seguridad, ingeniería, medicina, cultura, patrimonio...; y el particular. De momento, nos hemos centrado en el profesional, y ahora estamos atacando el B2C, de momento con una plataforma web y, desde este mes, a través de un APP que ya puede ser descargada en la playstore.
¿Qué aplicaciones tiene su herramienta?
Las aplicaciones son múltiples, el mercado es enorme porque es una tecnología transversal, pero de momento nos hemos focalizado en cuatro sectores que nos pueden ayudar a crecer rápidamente. En seguridad ya se está usando en varios cuerpos de policía para la recreación de accidentes, inspecciones aéreas, datar pruebas oculares... En ingeniería lo tienen empresas importantes de España y Latinoamérica para la reproducción, por ejemplo, de minas y puentes, con la ventaja de que se pueden hacer tours virtuales. Luego apostamos por dos sectores de futuro: medicina y educación. También queremos llegar a otros como comercio electrónico, patrimonio cultural, arqueología y gastronomía.
¿En qué países está disponible?
Trabajamos con universidades de Malasia, Estados Unidos, México, Perú, Portugal, Francia, Holanda, Escocia..., y tenemos proyectos con policía tanto de Europa como de Oriente Próximo. Estamos intentando ir mucho más rápido, y para eso vamos a ferias como el CES Las Vegas, el Mobile World Congress en sus tres versiones (Barcelona, Shanghái y Los Ángeles) y otros eventos, que son los sitios adecuados para conocer a los posibles clientes, distribuidores y prescriptores. Ahora mismo hay más de 2.200 personas y más de 120 empresas utilizando la plataforma.
¿Ayudan a los clientes en los proyectos más grandes?
La idea de negocio siempre ha sido que el usuario sea capaz de generarlo todo. Intentamos ponerlo todo a disposición del usuario para que aprenda, y la plataforma es tan sencilla, que no es necesaria nuestra participación. Otra cosa es que hay clientes que quieren una personalización de la plataforma para integrarla en su sistema, y esa adaptación sí la hacemos.
¿Cuáles son los próximos retos?
Desde un punto de vista comercial, nuestro objetivo es, a partir de los casos de éxito que tenemos, avanzar a nuevos países y evolucionar hacia la videogrametría dinámica, para que, por ejemplo, tomemos la imagen de las cámaras de vídeo de un aeropuerto y las podamos digitalizar en 3D casi de manera inmediata, generando una película en 3D. También tendrá aplicación de entretenimiento, para que quien quiera ver un partido de baloncesto, lo pueda ver en 3D y desde cualquier posición. Otro reto es la inteligencia artificial aplicada al 3D para el reconocimiento de objetos y personas, algo que ahora sólo se hace en 2D.